Son dos veces consecutivas las que voy al Camino de Santiago y las dos para preparar la misma acción. Un trabajo fantástico que me se repite en el tiempo cada ciertos meses y que me sirven para coger una gran bocanada de frescura y alegría. Una sensación tan satisfactoria como terminar cualesquiera de los retos que puedo realizar y me hace sentir sensaciones nunca vividas en ningún otro sitio. Si es cierto¡¡¡¡¡ existe la posibilidad de dirigir equipos desde la constancia, el esfuerzo y por supuesto la cercanía.
No¡¡ no contaré nada de lo sucedido en esta última experiencia vivida en el Camino de Santiado solo os diré que esta vez ha sido una de las más especiales que recuerdo, y se perfectamente por que, aunque permitirme que lo guarde en secreto. Tengo que admitir que el camino te lo pone fácil para que sea idílico aunque no me refiero al camino en si, sino a todo lo que lo rodeaba.
Las tres horas mejor invertidas por mi desde hace mucho tiempo las pasé tumbado en una colina de césped, sin hablar, solo pensando, reflexionando sobre las cosas importantes de la vida. El sol cubría mi cuerpo y nada me hacía pensar o sentir que de allí me tenía que mover. Las horas pasaban y seguía tranquilo pensando en todo lo que acontece en mi vida y ramificaba todos mis pensamientos para poder llegar a la raiz de ellos y así poder tener una clara visión de lo que acontece en mi vida, no os podéis imaginar que sensación tuve en esos momentos. Sencillamente podía y tenía el tiempo que necesitara para dedicárselo a mi vida.
La tarde pasaba y la fresca brisa corría entre los árboles intentando amedrentar el duro calor que nos imponía el sol, a la vez, de deleitarnos con un majestuoso concierto que provenían de la unión de la propia brisa y de esos maravillosos árboles. Era estar fuera de este mundo y estar en otro, intento levantarme, me encuentro aturdido por el momento y necesito un poco de realidad en este momento, y justo cuando consigo sentarme en la hierva, levanto la mirada y vuelvo a ese mundo maravillo que estaba a mi alrededor, LA CATEDRAL DE SANTIAGO frente a mí ojos, como si de una postal se tratase. Es difícil dejar de mirarla, colosal, preciosa y frágil se sitúa en lo que parece un alto de una colina que la hace destacar por encima de los demás edificios. Sólo pretendo no irme de ese lugar aunque sé que el final está cerca. Unos minutos más tarde me marcho y dejo atrás una fantástica tarde en la que encontré tiempo para escucharme.
Volveré y seguramente en breve sino será para cumplir un sueño un reto que ya muchos sabéis. Sé que lo intentaré algún año aunque no sé que año será, todo llega Miguel y todo pasa me repito en estas ocasiones.
Escribiendo este artículo me he dado cuenta que poco me cuesta escribir y es que como me decía una persona en la tienda esta misma semana, no es necesario escribir todas las semanas. Puede ser que sea, lo peor para los nombres aunque él sabe quien es. Realmente es muy agradable que venga una persona que tiene depositada la confianza en ti, y te diga; Miguel sigo tu blogg y me encanta, no dejes de escribir. Te hace sentir muy bien ya que te das cuenta que tus sueños son los de ellos y que los de ellos son los tuyos y conectan a la perfección así es que a ti,,,,, el de la Hayley este va por ti. Conseguirás tus objetivos y vendrás satisfecho del todo cuando los hallas cumplido y si por lo que sea esta año no se puede¡¡, pues será el siguiente ya que las montañas no se van a ningún lado, lo dicho, gracias por tus palabras de aliento y por tu confianza plena en mis consejos y suerte en tu subida al veleta.
Muchas cosas me dejo, ya que las contaré en otra ocasión, busca dentro de ti las respuestas que buscas y permítete el tiempo necesario para meditarlas bien.
P.D. No puedo terminar este artículo sin dar el pésame y mi apoyo incondicional a todas las familias y amigos de todas las víctimas de la tragedia sucedida en Santiago. Mi más sincero pésame.